Y sólo quiero escribir y sólo quiero dedicarme a lo que me gusta y no sé que es porque siento que no pertenezco, allá donde vaya no encuentro mi lugar, el mundo no está hecho para mí y yo no estoy hecha para el mundo.
Y esta soledad que desespera por no encontrar las piezas que faltan en mi puzzle, las piezas que fueron desperdigadas o destruidas cuando nací, o que yo misma he apartado a lo largo de mi vida con errores y pensamientos desesperados.
Cada día me pregunto si haré bien o mal con seguir adelante sin mirar atrás, sin arrepentimientos o cosas que cambiar.
Cada día pienso si desapareciera qué pasaría, porque sé las reacciones de unos cuantos pero en ocasiones tengo dudas, si no sería mejor para todos que desapareciera, al menos temporalmente, o si ni siquiera notarían el cambio.
Y me arrepiento de tener estos drásticos pensamientos pero a veces me gustaría ver a los que me rodean sin “la presión” de tenerme al lado para que pudieran opinar libremente sobre mí y yo saberlo, porque a veces creo que no me dicen toda la verdad porque temen decir lo que realmente piensan de mí.
Y por culpa de esto que escribo creo que mis piezas se perdieron pero es que esto que escribo es por esas piezas que faltan, entonces ¿dónde está el error? ¿Qué falla? ¿Mi puzzle o mis piezas? ¿o son ambos?
2 comentarios:
El problema del puzle de la vida es que nunca se acaba, siempre esta en constante ampliacion.
Asi que nunca se podrá estar completo,ni sentirse totalmente realizado en esta vida.
Y tienes razon, muchas piezas se pierden, unas por una mala conservacion y otras porque venían rotas de fabrica; pero la vida tiene un buen servicio de sustitucion de piezas, aunque estas puedan llegar tarde, como todo en esta vida.
Sí... aunque más vale tarde que nunca, ¿no? el problema lo tenemos los impacientes... Además, que hay piezas que son difíciles de encontrar o que se extrañan más que otras.
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