Por Un Silencio (III)

Ya hace mucho que nos conocemos, y ahora sé, después del tiempo, que cuando yo pensé que él era un idiota sin cerebro ni corazón me equivoqué, resulta que sólo actuaba así para esconderse… cómo me arrepiento… Yo sería la que tendría que haber estado a su lado todo ese tiempo, y ahora lo estoy, pero aún así me arrepiento. Desde que metieron a su hermano en la cárcel por matar al que estaba intentando agredirle no levanta cabeza, había asimilado lo de sus padres, y ahora, esto. Espero que pase pronto porque no soporto verlo así, sin poder hacer nada por ayudarle o animarle, porque realmente sé que no hay solución, que él lleva razón, ¿y cómo le doy la razón? Pero no puedo mentirle tampoco, lo único que sé hacer es callarme y escucharlo, abrazarle cuando se deshace en lágrimas después de haberlo visitado.

Por Un Silencio (II)

Ella llegó en uno de mis peores momentos, pero curiosamente para mí fue como un regalo del cielo. Al principio nos odiábamos, yo la creía una niñata de las que van de superiores por la vida y me parece que era mutuo porque tampoco disimulaba su malestar cuando estaba conmigo, una vez incluso llegamos a las manos; y es que yo lo estaba pasando mal porque mis padres se acababan de separar, no quería demostrar lo que sentía y con todos pagaba mi rabia, cuanto más con ella, que era la que más me crispaba. Nunca llegué a decirle nada porque cuando aquel día la vi llorando desconsoladamente en un rincón del parque, no pude evitar acercarme a ver qué le pasaba. Me sorprendió que sin dudarlo se lanzara a mis brazos y me contara que su novio la había dejado por otra, me sorprendió que me confesara sus dudas y sus temores, y desde entonces siempre la he escuchado. Es fascinante cómo por prejuzgar a la gente podemos llegar a perdernos tantas cosas.

Por Un Silencio (I)

Llegó a mi vida de forma inesperada, sin avisar; y aunque al principio no nos llevábamos bien, el tiempo demostró que con él me había equivocado; nuestra mala relación no fue inconveniente para que en los momentos más duros él estuviera a mi lado cuando todo el mundo se había ido: supo aguantarme, apoyarme y consolarme cuando más lo necesitaba, y siempre que quería algo estaba ahí, daba igual que fuera verano o invierno, incluso que fuera en mitad de la noche, él sabía lo que me pasaba y casi no tenía que contárselo. Y me duele reconocerlo, pero me sorprendió muy gratamente, incluso empecé a fijarme en él físicamente y, por supuesto cambió mi forma de verle como un tío superficial y vacilón, de hecho creo, que al principio no me di cuenta de lo guapo que era porque primero lo vi como un fanfarrón, y resulta que por él ahora estoy aquí, escribiendo esto.

¿Dónde Estás?

Después de tanto imaginarte y a veces casi sentirte aún no sé quién eres, no sé dónde estás, ni siquiera si eres real.
Me pregunto si algún día aparecerás... y si lo haces ¿te parecerás a mis fantasías? ¿sabré reconocerte? No sé de qué manera acercarme a ti, de qué manera mostrarte mi presencia, darme a conocer a ti.
Temo que después de tanto ilusionarme y pensar cómo serás, cómo quiero que seas, el humo no me deje ver el fuego.
Puede parecer absurdo, pero sigo buscando las piezas de mi puzle, y aunque he encontrado muchas, sé que al menos falta una, y eres tú.
Espero que pronto sientas lo mismo que yo y se crucen nuestros caminos.
Siempre te estaré esperando.

El Regreso

Hola a todos.
Quiero disculparme una vez más por haber abandonado esto durante tanto tiempo.
He tenido muchas ideas rondando la cabeza, pero no he podido ponerlas aquí, además, había tantas que venían de golpe... que me resultaba imposible expresarlas, incluso escribiendo. Ahora no estoy tan inspirada, pero necesito escribir algo, y bueno, la siguiente entrada la voy a dedicar a eso.
Saludos a todos.