martes, 29 de julio de 2008
Por Un Silencio (I)
Llegó a mi vida de forma inesperada, sin avisar; y aunque al principio no nos llevábamos bien, el tiempo demostró que con él me había equivocado; nuestra mala relación no fue inconveniente para que en los momentos más duros él estuviera a mi lado cuando todo el mundo se había ido: supo aguantarme, apoyarme y consolarme cuando más lo necesitaba, y siempre que quería algo estaba ahí, daba igual que fuera verano o invierno, incluso que fuera en mitad de la noche, él sabía lo que me pasaba y casi no tenía que contárselo. Y me duele reconocerlo, pero me sorprendió muy gratamente, incluso empecé a fijarme en él físicamente y, por supuesto cambió mi forma de verle como un tío superficial y vacilón, de hecho creo, que al principio no me di cuenta de lo guapo que era porque primero lo vi como un fanfarrón, y resulta que por él ahora estoy aquí, escribiendo esto.
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