viernes, 1 de agosto de 2008
Por Un Silencio (IV)
No necesitaba una compensación por lo que yo le había ayudado, lo hice de corazón, en serio, no tenían porqué darle la oportunidad de que ella me correspondiera estando a mi lado. Pero lo hicieron; y la verdad es que ella fue la que más me ayudó, porque mi madre siempre estaba llorando y era yo el que la animaba, y mi padre… bueno, no sé dónde estaba cuando lo necesitábamos. Ella sigue pensando que no hizo nada, porque lo cierto es que no solía contestar cuando yo le hablaba, sólo se limitaba a escuchar, pero sé que era porque no quería hacerme daño y porque no tenía palabras, y para mí era bastante, de hecho era lo único que necesitaba, porque a pesar de todo ella sabía dar unas palabras de ánimo en el momento adecuado y porque un abrazo a veces puede ser lo más preciado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario