El mayor error que podemos cometer es presuponer hechos o pensamientos, incluso sentimientos, ajenos.
En lugar de hablar presuponemos y por miedo al daño que podamos causar al otro o a nosotros mismos preferimos callar, pues ya "sabemos" lo que nos van a contestar. ¿Y si algún día la respuesta fuera "sí" en lugar de "no"?
¿Y si el otro está igual que tú y también "sabe" lo que le vas a decir?Jamás deberíamos confiar en que sabemos lo que siente alguien si no nos lo ha dicho por lo claro y con sinceridad.
En ocasiones decimos o hacemos cosas que ni nosotros entendemos, pero que la gente que de verdad nos conoce (o lo intenta) sabe perdonar o comprender.
Nada es lo que parece y no somos nadie para juzgar a los demás, pues no conocemos la situación personal que ha podido conducir a alguien a actuar de cierta forma.
Todos merecemos una segunda oportunidad y el beneficio de la duda... hasta cierto punto. La cuestión es dónde está el punto para cada uno y si a veces no lo dejaremos muy cerca (no confiando) o demasiado lejos (confiando de más).
Hasta aquí estas paranoicas reflexiones que me apetecía poner porque sí y que si os apetecía ya las habréis leído y si no pues no. Espero que os animéis y pongais algún comentario respecto a esto o con cualquier otra cosa que se os ocurra. Besos
1 comentario:
Que llevas toda la razón. Que presuponemos con demasiada ligereza lo que los otros piensan o sienten. Y, probablemente, la mayor parte de las veces estemos errados.
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